Aromaterapia y duelo: cuando el alma busca consuelo
El duelo no es una enfermedad, pero sí una herida emocional profunda que afecta a todo el organismo.
Dormimos peor, nos cuesta respirar, se altera el apetito y la mente se llena de pensamientos circulares. Es el precio del amor cuando la vida nos pide dejar ir, queramos o no. La tristeza, apatía y los suspiros nos acompañan, esa falta de aire que solo se logra aliviar con suspiros profundos.
Pero ya no solo es a los que vivimos las emociones propias y ajenas (como terapeutas) a quienes nos interesa la acción de los aceites, por suerte en los últimos años, la ciencia ha empezado a explorar cómo la aromaterapia, especialmente con lavanda y aceites cítricos, puede acompañar de manera complementaria los procesos de duelo y los síntomas emocionales asociados, como la ansiedad, la tristeza o la sensación de vacío.
La evidencia científica actual
Los estudios clínicos indican que los aceites esenciales de lavanda (Lavandula angustifolia) y de los cítricos, incluyendo el naranjo amargo o petitgrain ente ellos (Citrus aurantium), administrados por inhalación, pueden reducir los síntomas de ansiedad y depresión en diversos contextos clínicos.[1–5]
Sin embargo, los resultados son moderados y no sustituyen los tratamientos convencionales cuando se trata de duelo complicado o depresión mayor.
Lavanda: calma para la mente y el sistema nervioso
Los ensayos clínicos muestran que la lavanda ejerce efectos ansiolíticos y antidepresivos moderados, con reducciones significativas en escalas como STAI-State y STAI-Trait*, que evalúan la ansiedad momentánea y la tendencia crónica a la ansiedad, respectivamente.
Diversos estudios confirman que la inhalación de su aroma favorece la relajación, mejora el sueño y reduce la tensión emocional en contextos de estrés o ansiedad leve.
Aunque la evidencia es aún limitada en el caso del duelo complicado, los resultados sugieren que la inhalación aromática de lavanda puede ser una herramienta útil para acompañar el equilibrio emocional y el descanso del sistema nervioso, siempre como complemento a otras terapias.
Cítricos: una luz entre las sombras
Los aceites esenciales de naranjo amargo (Citrus aurantium), bergamota (Citrus bergamia) o naranja dulce (Citrus sinensis) actúan como estimulantes suaves del ánimo y reguladores del sistema límbico.
Algunos análisis de red sugieren que el naranjo amargo podría ofrecer un beneficio ligeramente superior al de la lavanda para la ansiedad leve, aunque el efecto sigue siendo más sutil que el de la psicoterapia cognitivo-conductual o los antidepresivos ISRS.[1–2][6–8]
Los cítricos no solo despejan la mente; traen luz a los espacios internos donde la tristeza se vuelve densa. Son el primer paso para volver a sentir el impulso vital después de una pérdida.
Qué dicen las guías clínicas
Las guías de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) y la Society for Integrative Oncology (SIO) recomiendan la aromaterapia con lavanda como complemento útil para aliviar la ansiedad leve en pacientes oncológicos, aunque no como tratamiento principal ni en casos de duelo complicado.[3]
Por su parte, las guías sobre duelo prolongado o complicado, publicadas en The New England Journal of Medicine y The Lancet, establecen que el tratamiento de primera línea sigue siendo la terapia cognitivo-conductual centrada en el duelo y, cuando es necesario, los antidepresivos ISRS, con evidencia robusta y eficacia demostrada.[4–5][9]
Seguridad e interacciones con psicoterapia o psicofármacos
Una de las preguntas que en muchas ocasiones me hacen es ¿Si estoy tomando ansiolíticos o anti depresivos, puedo oler estos aceites esenciales? ¿son seguros?
La respuesta es que los posibles efectos adversos con el aceite esencial de lavanda y de cítricos en pacientes que reciben psicofármacos o psicoterapia son generalmente leves y poco frecuentes.
Entre los más reportados se incluyen:
- Reacciones cutáneas leves (dermatitis de contacto, sobre todo con uso tópico). Que se deberá valorar el estado de oxidación de los aceites y la calidad de los mismos antes de determinar que esta reacción esta relacionada únicamente con el aceite en si mismo o por una alergia al mismo.
- Cefalea, náuseas o, en casos muy raros, irritación respiratoria por inhalación prolongada en espacios mal ventilados.
El principal componente alergénico de la lavanda es el linalool, aunque la incidencia de alergia en la práctica clínica es baja.[1–2] y mucho más por vía inhalatoria sin aplicación tópica.
En cuanto a interacciones farmacológicas, la evidencia indica que la lavanda y sus principales componentes (linalool y acetato de linalilo) muestran una inhibición débil de las enzimas CYP3A4 y CYP1A2*, pero solo en concentraciones muy superiores a las alcanzadas mediante inhalación. Por tanto, no se esperan interacciones importantes con psicofármacos metabolizados por estas vías.[3] Considerando que son seguros en su uso.
Tampoco se ha documentado que la aromaterapia con lavanda o cítricos altere la farmacocinética ni la farmacodinamia de antidepresivos, ansiolíticos o antipsicóticos en humanos,[2–3] ni que interfiera con los procesos de psicoterapia.[2][4]
Asi pues, podemos decir con tranquilidad que la aromaterapia con lavanda y cítricos son seguros como complemento en pacientes bajo tratamiento psicológico o farmacológico, siempre que se use por inhalación y con las precauciones adecuadas.[1–3]
El valor real de los aceites esenciales en el duelo
Más allá de los datos, las mediciones y de esos estudios, que siempre nos aportan, hay un aspecto que la ciencia todavía no puede medir: el acto simbólico de respirar conscientemente.
Cuando una persona en duelo inhala lavanda (siempre que la lavanda sea un aceite de agrado), no busca “curarse”, sino encontrar un instante de paz en medio del dolor.
Cuando percibe el aroma de un cítrico, algo en su interior recuerda que la luz sigue ahí, aunque tenue, que una pequeña brecha se abre en la oscuridad, lo suficiente para sentir algo de esperanza.
No buscamos que los aceites esenciales sustituyan la terapia ni los fármacos, solo que puedan ser los acompañante en los procesos emocional, porque pueden ser de gran ayuda para regular el sueño, aliviar la tensión corporal y crear un espacio interior donde el alma pueda sostenerse.
Podemos decir entonces que la aromaterapia con lavanda y cítricos puede ser una aliada suave, segura y humana en los procesos de duelo.
No pretende reemplazar los tratamientos convencionales, sino sumar presencia, calma y consuelo donde la mente y el cuerpo buscan sostén.
Integrada dentro de un abordaje terapéutico global —psicoterapia, acompañamiento emocional, autocuidado—, la aromaterapia se convierte en un puente sensible entre la evidencia científica y la experiencia profunda del alma humana. Una herramienta sencilla, que podemos tener en casa y recurrir cuando necesitemos, solo debemos aprender a escuchar que nos dicen nuestras emociones.
Pero no te quedes solo con la lavanda o los cítricos. Explora, escucha y busca tu aceite, ese que al inhalarlo te calma, ese que te ayuda a serenar el alma porque es posible que ese sea tu aceite del HOY... ya buscaremos cual es del mañana.
Un abrazo aromático
*Los investigadores emplean el STAI-State para medir si una intervención con aceites esenciales reduce la ansiedad inmediata, por ejemplo antes de una cirugía, una sesión de hemodiálisis o una prueba médica.
El STAI-Trait, en cambio, se utiliza cuando se quiere comprobar si un tratamiento o intervención mantiene efectos a largo plazo o modifica la predisposición general a la ansiedad.
*inhibición débil de las enzimas CYP3A4 y CYP1A2: son enzimas del hígado encargadas de metabolizar (procesar y eliminar) muchos medicamentos y también algunas sustancias naturales. Algunos aceites esenciales o moléculas (como el linalool o el acetato de linalilo de la lavanda) pueden interactuar con estas enzimas en estudios de laboratorio, pero solo a concentraciones muy superiores a las que se alcanzan con inhalación aromática. Por eso, en uso profesional por vía olfativa o tópica diluida, no se consideran clínicamente relevantes las interacciones entre aceites esenciales y medicamentos que se metabolizan por estas enzimas.
Más información sobre nuestros cursos de aromaterapia:
https://www.escuela.amarisnatural.com/courses/category/aromaterapia
Referencias
- Perry N, Perry E. Aromatherapy in the management of psychiatric disorders: Clinical and neuropharmacological perspectives. CNS Drugs. 2006.
- Goes TC, et al. Effect of sweet orange aroma on experimental anxiety in humans. Physiol Behav. 2012.
- Kasper S, et al. Silexan in anxiety disorders: Meta-analysis. Phytomedicine. 2018.
- Shear MK. Complicated grief. N Engl J Med. 2015.
- Lundorff M, et al. Complicated grief and its treatment. Lancet Psychiatry. 2017.
- Hur MH, et al. Aromatherapy for stress relief: A systematic review. J Altern Complement Med. 2019.
- Cavanagh HM, Wilkinson JM. Biological activities of lavender essential oil. Phytother Res. 2002.
- SIO-ASCO Clinical Practice Guidelines. 2022.
- APA Practice Guideline for the Treatment of Patients with Prolonged Grief Disorder. Am J Psychiatry. 2021.