Mi primera constelación
Todos llegamos a nuestra primera constelación con una mezcla de curiosidad, respeto y algo de incertidumbre. Hemos oído que “se mueve mucha energía”, que “las personas representan a otros” o que “ocurren cosas inexplicables”, pero lo que realmente sucede dentro de una constelación es mucho más humano y transformador de lo que imaginamos.
A menudo esperamos algo espectacular, pero lo más profundo no se ve: sucede dentro. Visto desde fuera y sin conocer nada sobre constelaciones, puede parecer un teatro o algo preparado. Sin embargo, en una constelación no se “actúa”, se observa. Es un espacio de observación y comprensión profunda. En él, se revelan dinámicas invisibles que influyen en nuestra vida y en nuestras relaciones, muchas veces sin que seamos conscientes de ello.
Es importante que tengamos en cuenta algunos aspectos importantes:
🩵 1. No necesitas entenderlo todo en el momento
A veces salimos sin tener claro qué ha pasado. Y está bien. Lo vivido se integra poco a poco, en los días o semanas siguientes, cuando las piezas empiezan a encajar.
🩵 2. No se trata de cambiar a los demás, sino de mirar distinto
La constelación no “soluciona” a tu familia. Te ayuda a ver tu historia desde otro lugar. Ese cambio interno genera movimiento en tu entorno.
🩵 3. No siempre es necesario constelar tu propio tema
Participar como representante o espectador también transforma. Cada constelación toca algo en nosotros: un vínculo, una emoción, una historia familiar.
🩵 4. No hace falta revivir el dolor
No se busca dramatizar ni sufrir. La mirada sistémica ofrece comprensión, respeto y alivio, sin necesidad de revivir las heridas.
En realidad, una constelación es una oportunidad para mirar tu historia con más amor y menos juicio.
Puedes sentir calma, comprensión, emociones que se liberan, o simplemente claridad sobre un tema que te pesaba.
No se trata de “salir curado”, sino de iniciar un proceso de reconciliación contigo y con tu sistema familiar.
Después de la primera constelación, entendemos que nada externo va a cambiar de inmediato, pero sí algo dentro de cada uno:: la forma de mirar.
Desde ahí, la vida comienza a ordenarse de otra manera.
Jasone Sánchez
Profesora de Amaris Natural