¿Los aceites esenciales de Árbol del Té y Lavanda alteran las hormonas? Desmintiendo el mito
Origen de la preocupación: casos aislados y estudios iniciales
21 abril, 2025 por
¿Los aceites esenciales de Árbol del Té y Lavanda alteran las hormonas? Desmintiendo el mito
Eva Ruth González García
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¿Los aceites esenciales de Árbol del Té y Lavanda alteran las hormonas? Desmintiendo el mito

Origen de la preocupación: casos aislados y estudios iniciales de estos aceites esenciales

Hace unos días me llevo esta pregunta: "la pediatra de mi hija me preguntó si usé árbol de té cuando era ella niña, comentándome que el árbol de te puede hacer que pueda haber un desarrollo hormonal precoz" Esta es una inquietud común que he aclarado en muchas ocasiones pero que creo necesario ampliar la explicación y de donde viene el malentendido. 

La idea de que el aceite esencial de lavanda (Lavandula angustifolia) y el de árbol del té (Melaleuca alternifolia) podrían ser disruptores endocrinos (sustancias que interfieren con las hormonas) surgió por unos escritos médicos poco comunes. En 2007, se publicaron casos de niños varones con ginecomastia prepuberal (crecimiento anormal de tejido mamario antes de la pubertad) asociada al uso tópico de productos con aceite de lavanda o árbol del té​. En años posteriores se describieron niñas con telarquia precoz (desarrollo mamario temprano sin otros signos de pubertad) vinculadas a fragancias con lavanda​. En esos informes, al suspender el uso de los productos las mamas regresaron a la normalidad​, lo que llevó a sospechar de estos aceites como posible causa hormonal. Además, pruebas de laboratorio in vitro sugirieron que ciertos componentes de lavanda y árbol del té mostraban actividad estrogénica (imitando al estrógeno) y antiandrogénica (bloqueando a la testosterona) muy débil​es. En resumen, unos cuantos casos clínicos raros, junto con experimentos celulares, dieron pie a la afirmación de que estos aceites esenciales podrían “disruptir” el sistema endocrino.

Limitaciones y malinterpretaciones de los estudios originales

Es importante entender que aquellos estudios iniciales tenían limitaciones significativas, y su mensaje se simplificó demasiado.  Primero, el número de casos fue extremadamente pequeño (apenas unos pocos niños en todo el mundo). La ginecomastia prepuberal es tan rara que la mayoría de casos no tienen causa identificable​, por lo que unos pocos reportes no bastan para establecer causalidad. De hecho, una revisión sistemática de 2020 encontró solo 11 casos publicados en total, y reportó que la información clínica era insuficiente para concluir que los aceites fueran la causa real​.
Segundo, algunos hallazgos fueron malinterpretados por no considerar otros factores. Por ejemplo, un análisis posterior reveló que uno de los productos implicados (colonia “Agua de Violetas”) ni siquiera contenía aceite esencial de lavanda auténtico, sino fragancias sintéticas y ftalato de dietilo, un químico conocido por sus efectos disruptores endocrinos​. Es decir, en ese caso se culpó al “aceite de lavanda” cuando en realidad el producto contenía otros compuestos (como ese ftalato) que podrían ser los verdaderos responsables del efecto hormonal. En otro producto para bebé la cantidad de aceite de lavanda era mínima​,
por lo que otros ingredientes o contaminantes pudieron influir.
Tercero, las pruebas de laboratorio in vitro que detectaron actividad hormonal en componentes de los aceites no reflejan bien el uso real. En esas pruebas se requirieron concentraciones altísimas – del orden de un millón de veces superiores a los niveles normales de estrógeno – para lograr efectos estrogénicos muy débiles​.
Además, los aceites esenciales pueden disolver ciertos plásticos; los científicos alertaron que los aceites pudieron extraer residuos como bisfenoles o ftalatos de los tubos de ensayo, falseando los resultados​. Aunque los autores originales defendieron su metodología, otros expertos señalaron que utilizar aceite de maíz como control (que no disuelve plástico) no era equivalente a usar aceites esenciales​.
En resumen, existen dudas razonables sobre esos experimentos: las condiciones no representan el uso típico en personas, y podría haberse medido un efecto de contaminantes en vez del aceite en sí.
Debido a estas limitaciones, diversos toxicólogos y endocrinólogos advirtieron que no era correcto afirmar tajantemente que la lavanda o el árbol del té fueran disruptores endocrinos basándose solo en esos datos preliminares. De hecho, una carta publicada en 2020 cuestionó directamente las conclusiones sensacionalistas, calificándolas de “muy cuestionables” y afirmando que no se puede establecer un vínculo causal sólido entre los casos de desarrollo mamario y los aceites esenciales en sí​. Lamentablemente, a pesar de la evidencia incompleta, la idea caló en medios y redes sociales, generando alarma y confusión en el público interesado en terapias naturales.

Evidencia científica actual: estudios amplios desmienten el mito

Afortunadamente, en los últimos años se han realizado investigaciones más rigurosas para aclarar esta cuestión. Estos nuevos estudios, de mayor calidad y alcance, no han encontrado pruebas de que el aceite de árbol del té ni el de lavanda causen disrupción endocrina en condiciones de uso normal.

  • Revisión sistemática (2020): Un grupo independiente revisó todos los casos clínicos publicados sobre estos aceites y trastornos endocrinos pediátricos. Concluyeron que no hay evidencia que vincule el aceite de árbol del té con problemas endocrinos en niños, y apenas “evidencia mínima o nula” de un vínculo con el aceite de lavanda. En otras palabras, la literatura existente hasta entonces no respaldaba la acusación contra estos aceites.

  • Estudio epidemiológico en niños (2022): Para obtener datos más concluyentes, investigadores realizaron el primer estudio epidemiológico al respecto​.
    Se encuestó a padres de 556 niños (edades 2 a 15) sobre el uso regular de productos con lavanda o árbol del té, y se registró la incidencia de trastornos hormonales en esos niños. ¿El resultado? Ningún caso de ginecomastia prepuberal fue detectado en el grupo expuesto ni en el no expuesto​.
    La frecuencia de pubertad precoz, pubertad retrasada, alteraciones tiroideas u otras endocrinopatías fue la esperada para la población general, sin diferencias significativas entre niños expuestos a los aceites y no expuestos​.
    La proporción de trastornos endocrinos fue prácticamente igual en ambos grupos, demostrando que la exposición habitual a lavanda o árbol del té no aumenta el riesgo hormonal. Los autores concluyen que “los niños expuestos regularmente a aceite esencial de lavanda o de árbol del té tienen el mismo riesgo de trastornos endocrinos que aquellos no expuestos”​.
    En otras palabras, no hubo asociación entre usar esos aceites y sufrir desequilibrios hormonales.

  • Estudios toxicológicos recientes: También se investigó en profundidad la actividad hormonal de componentes principales de estos aceites en laboratorio, siguiendo protocolos toxicológicos estrictos. Un estudio publicado en 2024 probó el linalol y el acetato de linalilo (componentes mayoritarios de la lavanda, presentes también en trazas en árbol del té) en una batería de ensayos in vitro e in vivo. Los resultados fueron tranquilizadores: no se observó ninguna actividad estrogénica ni androgénica relevante en células, y en animales de laboratorio no aparecieron efectos sobre órganos sensibles a hormonas sexuales​. Incluso una prueba específica de fertilidad y reproducción no mostró cambios en parámetros hormonodependientes comparado con controles. Los investigadores señalan que “las preocupaciones iniciales de la literatura no se confirmaron” y que los indicios aislados de los ensayos celulares no se reprodujeron en estudios con modelos más completos​.
     Este resultado subraya la importancia de interpretar con cautela los hallazgos de un solo ensayo in vitro antes de alarmar sobre un efecto adverso​.

En conjunto, la mejor evidencia científica disponible hasta 2025 desmonta la afirmación de que la lavanda o el árbol del té sean disruptores endocrinos peligrosos. Ni los datos epidemiológicos en humanos reales, ni los experimentos toxicológicos más rigurosos, muestran alteraciones hormonales atribuibles a estos aceites en el contexto de un uso usual (tópico o aromático).

Conclusiones: seguridad de la lavanda y el árbol del té en el uso aromaterapéutico

El panorama actual de la investigación brinda un mensaje claro y tranquilizador: los aceites esenciales de lavanda y de árbol del té, usados adecuadamente, no representan un riesgo de disrupción endocrina. El vínculo sugerido originalmente fue producto de casos aislados y resultados de laboratorio mal entendidos, que no han sido corroborados por estudios posteriores a mayor escala. Por el contrario, los datos epidemiológicos muestran que los niños que usan productos con estos aceites no sufren más trastornos hormonales que los demás​ y ensayos controlados demuestran una ausencia de actividad hormonal significativa en los componentes principales de dichos aceites​.

Cabe destacar que organismos y expertos en aromaterapia han revisado cuidadosamente este tema. Una investigación integral liderada por el Franklin Health Research Center en EE.UU. (en colaboración con la NAHA, asociación norteamericana de aromaterapia) concluyó que “el aceite esencial de lavanda y el aceite esencial de árbol del té son ingredientes seguros en productos de cuidado personal para niños. La prevalencia de trastornos endocrinos en niños expuestos a estos ingredientes es similar a la de la población general, y los supuestos vínculos con disrupción endocrina no se pueden corroborar en estudios epidemiológicos”​.
En otras palabras, con el nivel de evidencia actual, no hay motivo científico para creer que estos aceites, en usos aromáticos o tópicos normales, alteren el equilibrio hormonal.

Por supuesto, como con cualquier sustancia natural o sintética, es importante usar los aceites esenciales de forma responsable: diluidos correctamente, en las dosis recomendadas y evitando su ingestión o uso inadecuado. Siguiendo las pautas de seguridad (por ejemplo, dilución en un aceite portador para aplicación cutánea), la lavanda y el árbol del té tienen un amplio historial de uso seguro en aromaterapia y cuidado personal. Lejos de ser “peligrosos” para el sistema endocrino, estos aceites continúan siendo aliados válidos en el bienestar natural cuando se emplean con prudencia.

En resumen: La afirmación de que la lavanda y el árbol del té son disruptores endocrinos ha sido desmentida por la evidencia científica reciente. Los estudios originales que alimentaron ese miedo fueron malinterpretados o carecían de rigor, y los estudios robustos posteriores no encontraron efectos hormonales adversos. Para una audiencia interesada en la aromaterapia, el mensaje es reconfortante: pueden continuar aprovechando las propiedades de estos aceites con confianza, sabiendo que la ciencia actual respalda su seguridad en el uso tópico y aromático​.

Referencias, Estudios y revisiones científicas recientes (revisadas por pares) confirman la ausencia de efecto disruptor endocrino de estos aceites aclarando el origen del mito y corrigiendo interpretaciones erróneas basadas en datos preliminares. Todas las evidencias apuntan a que, bajo un uso adecuado, la lavanda y el árbol del té son seguros para nuestro sistema hormonal y pueden seguir siendo utilizados con tranquilidad en aromaterapia y productos naturales.

Un abrazo aromático
Eva Ruth González García

Referencias: 

1.- Ramsey JT, Li Y, Arao Y, Naidu A, Coons LA, Diaz A, Korach KS. Lavender Products Associated With Premature Thelarche and Prepubertal Gynecomastia: Case Reports and Endocrine-Disrupting Chemical Activities. J Clin Endocrinol Metab. 2019 Nov 1;104(11):5393-5405. doi: 10.1210/jc.2018-01880. PMID: 31393563; PMCID: PMC6773459.

2.- Hawkins J, Hires C, Dunne E, Baker C. The relationship between lavender and tea tree essential oils and pediatric endocrine disorders: A systematic review of the literature. Complement Ther Med. 2020 Mar;49:102288. doi: 10.1016/j.ctim.2019.102288. Epub 2019 Dec 20. PMID: 32147050.

3- Giroux JM, Orjubin M. Letter to the Editor: "Lavender Products Associated With Premature Thelarche and Prepubertal Gynecomastia: Case Reports and Endocrine-Disrupting Chemical Activities". J Clin Endocrinol Metab. 2020 Jul 1;105(7):e2677–8. doi: 10.1210/clinem/dgaa226. PMID: 32379885; PMCID: PMC7263747.

4.- Hawkins J, Hires C, Dunne E, Keenan L. Prevalence of endocrine disorders among children exposed to Lavender Essential Oil and Tea Tree Essential Oils. Int J Pediatr Adolesc Med. 2022 Jun;9(2):117-124. doi: 10.1016/j.ijpam.2021.10.001. Epub 2021 Oct 9. PMID: 35663791; PMCID: PMC9152575.

5.- https://naha.org/explore-aromatherapy/safety/gynecomastia-puberty

¿Los aceites esenciales de Árbol del Té y Lavanda alteran las hormonas? Desmintiendo el mito
Eva Ruth González García
21 abril, 2025
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