El poder emocional del aceite esencial de bergamota
La Bergamota es uno de los aceites más utilizados desde tiempos inmemorables por los perfumistas,
1 agosto, 2022 por
Eva Ruth González García
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El poder emocional del aceite esencial de bergamota

La Bergamota es uno de los aceites más utilizados desde tiempos inmemorables por los perfumistas, quienes creían ya en el poder de esta esencia, basado en los cambios que se producía en el estado de ánimo tras percibir su aroma.

En la actualidad podemos encontrar diferentes artículos científicos en los que se demuestra que esa “mera” percepción es una realidad demostrable.

Uno de los experimentos (1) fue precisamente el que se median los niveles de cortisol en la saliva antes, a los 90 segundos y 10 minutos después de inhalar la esencia de Bergamota. Así pudieron detectar los cambios producidos de una forma directa y teniendo como única variación el aceite. Pudiendo demostrarse que la inhalación de esencia de bergamota reduce el nivel de cortisol y con éste el estrés.


Cuando vivimos una situación estresante nuestro hipotálamo empieza a liberar una hormona conocida como Adrenocorticotrópina (ACTH) que estimula la secreción de cortisol de nuestra corteza suprarrenal (situada por encima de los riñones). 
Es un rápido intento del organismo para adaptarnos a esa situación y salir de ella. Los niveles de cortisol son detectados de forma rápida en la saliva, eso hace que pueda ser fácil detectar sus variaciones.

Pero lo sorprendente no es que hayan demostrado algo que ya intuíamos, sino que se hayan dado cuenta de que los cambios en sus efectos pueden prolongarse hasta horas después de oler la esencia.

Ese simple impacto de una sustancia volátil en los receptores del nervio olfativo, produce un efecto directo sobre la bioquímica cerebral, llega a la sangre a través de los alvéolos pulmonares que producen el intercambio gaseoso, recorren el torrente sanguíneo produciendo sus efectos de una forma menos controlada y prolongada en el tiempo.

Reduciendo la frecuencia cardíaca, ayudando a regular tensión arterial y el ritmo respiratorio, incluso más allá de los 10 minutos de la exposición a la Bergamota. Buscaban cambios en la saliva y se encontraron con la magia de la bergamota. 

Pero, hablemos un poco más sobre ella. La Bergamota (Citrus aurantium ssp bergania) es una esencia extraída por presión en frío de la piel del fruto. Se le puso en nombre de Bergamota por la ciudad de Italia donde se vendió por primera vez: Bérgamo.

Sus principales compuestos químicos son Ésteres (acetato de linalino) Tepenos (limineno, pineno) y alcoholes (nerol, geraniol). Hemos de vigilar con la aplicación de esta esencia en la piel debido a que algunos de sus compuestos son furocumarinas (bergapteno y bergamotina). Éstas incrementan a producción de melanina pudiendo producir manchas en la piel si se expone al sol (es fotosensible).

Pero ¿para qué utilizamos su esencia en el día a día? Una vez lo tenemos en casa ¿para qué nos puede servir?

Te puedo decir que es una de los aceites que, si o si debe estar en el botiquín de casa, pero sinceramente, no por sus efectos físicos, ya que estos se limitan a cubrir áreas en los que otros aceites son mucho más activos y eficaces. Es anti-bacteriana, antiespasmódica, carminativa, digestiva y laxante, calmante del sistema nervioso central.

Pero es un aceite ESTRELLA a nivel emocional para la ansiedad, la depresión, la tristeza profunda, la desesperanza.

Ahora quiero contarte como la siento yo. La Bergamota es uno de mis aceites predilectos, su aterciopelado aroma cítrico que recuerda a una mezcla extraña entre mandarina, limón y naranja. Nos transporta a la magia de la calma, a la serenidad de un suspiro ahogado, un momento de silencio para las almas atormentadas por el caos del día a día.

Me gusta describirla como luz en la oscuridad porque es capaz de darnos esa pequeña brecha de esperanza, que nos puede guiar a salir del túnel en el que la desesperanza nos ha metido. Su aroma es capaz de hacernos suspirar, no un suspiro cualquiera, sino ese que te dibuja una sonrisa que nace desde lo más profundo de nuestro interior.

Es uno de los aceites que siempre nos ha de acompañar en la terapia emocional, porque nos guía hacía la resolución de los conflictos, pero no porque nos de la solución, no hablamos de ese tipo de efecto. La bergamota nos da la fe, la seguridad de que hay esperanza más allá de lo que vivimos, de la nube que nos rodea y nos asfixia con infinidad de problemas y penumbras.

Te propongo una cosa, en un momento de confusión, de angustia, en esas situaciones que gritaríais porque no puedes más, coge la esencia de bergamota, cierra los ojos y percibe su aroma, simplemente respirar su fragancia y siente como centellea una luz dentro de ti que lo cambia todo. Permítete oler a FELIZ!

Que tengas un feliz aroma
Eva Ruth González García
Profesora en Amaris Natural
Eva Ruth González García
1 agosto, 2022
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